Toda esta perorata histórica con fechas, montajes y talleres no es más que el
intento de dejar un registro de un proyecto de vida común entre miles de personas
que por casualidad o no, se encontraron tratando de materializar un mismo sueño.
Muchos y entre ellos el público están en el anonimato pero no por ello merecen
menos reconocimiento, porque de todos Skena se alimentó y gracias a ellos
creció. Simplemente brindándoles espacios en donde poder crear, apostar,
experimentar, equivocarse, acertar y disfrutar del arte escénico…
A todos … ¡Gracias!