Es así como Skena en 1997 comienza su camino profesional, aunque nunca nos
ha gustado mucho esa palabra y por eso le dimos nuestro propio significado: “ser
profesional” es “el ser que profesa una fe”. Creemos en el hecho teatral como una
necesidad de vida y de aprendizaje, compartimos con el público (nuestro aliado)
en cada espectáculo nuestras preguntas y nuestros descubrimientos, nuestros
tesoros y nuestras miserias, nuestros juegos ofreciendo nuestra verdad y nuestra
seguridad de no saber nada. Cada trabajo solo sigue siendo una excusa para que
todo tenga sentido.